La Naturaleza del Aprendizaje

Para dar inicio a esta bitácora me ha parecido interesante referirme en términos muy simples de lo que origina nuestro quehacer docente: “el aprendizaje”
Todos y cada uno de los he hemos trabajado con alumnos nos hemos planteado como objetivo que nuestros alumnos aprendan, pero qué es aprender. En términos simples aprender es el proceso de adquirir, retener y aplicar conocimiento a nuestro mundo. El aprendizaje es un proceso cognitivo, social, emocional y físico que se sostiene sobre el conocimiento y experiencias que los estudiantes traen. A medida que interactuamos con el mundo aprendemos. Por tanto, mientras más experiencias, mejor es nuestra capacidad para poder conectar información nueva a la ya existente.
Varios han sido los investigadores que han definido diferentes enfoques para el proceso de aprendizaje. Por ejemplo, Lev Vigostsy y Jean Piaget pensaban que el aprendizaje en un niño se alcanzade una mejor forma cuando las situaciones de aprendizaje son sociales o activas. Por tanto, cuando los alumnos trabajan con sus pares o en grupos tiene la oportunidad social de aprender de sus compañeros. Cuando los alumnos están activamente involucrados con el aprendizaje, se focalizan y se interesan en su experiencia de aprendizaje. Por tanto, un ambiente en que se pueda dialogar e investigar es importante para el proceso de aprendizaje.
Ahora, cómo aprendemos? Los niños procesan información a través de diferentes modalidades, siendo este método de procesar conocimiento diferente para cada uno. De acuerdo a Howard Gardner, procesamos y adquirimos conocimiento a través de diferentes métodos. Algunos de nosotros preferimos aprender a través de escuchar, ver, observar, participar o palpar cosas. Desde este punto de vista, el profesor tiene la responsabilidad de estructurar lecciones que incluyan combinaciones de modalidades de aprendizaje (material audiovisual, actividades prácticas, etc). Entonces, ocupar sólo un tipo de clases (la clase expositiva, por ejemplo) ignoraría complemente el hecho de que todos procesamos el conocimiento de diferente forma y, por tanto, sólo estaríamos respondiendo a las necesidades de un universo limitado de alumnos. Como docentes nuestra tarea es ardua; no sólo es preciso ser conocedores de nuestras áreas de especialidad, sino que debemos ser hábiles en idear técnicas y desarrollar estrategias que posibiliten un aprendizaje efectivo, que refleje la ejecución de un trabajo eficiente, elemento esencial para promover la bien deseada y poco lograda ‘calidad de la educación’.